La paz que durante muchos años vivieron dos familias en una comarca de Masaya, se vio alterada por las ramas y el aprovechamiento de los frutos de un hermoso árbol de Tamarindo, que servía de límite entre ambas propiedades. De las palabras subidas de tono, ambas familias pasaron a las ofensas y luego a los golpes, un poco más la situación hubiera llegado a lo fatal.
El conflicto llegó a la Delegación Policial y de ahí a la oficina de la Dirección de Resolución de Conflictos de la localidad. Un miembro por cada familia ante la mediadora de la DIRAC, lograron después de un buen tiempo, restablecer la paz, la amistad perdida y sacarle provecho al árbol, hasta los vecinos cercanos ganaron, al llegar la paz social a la comunidad.
“La mediación es un instrumento para favorecer una cultura de paz”, afirma el experto Marco Fandiño, Coordinador de Estudios y Proyectos del Centro de Estudios de Justicia de las Américas – CEJA.
De acuerdo al especialista, “la mediación tiene la capacidad de potenciar y modificar las relaciones entre las partes, restaura la comunicación entre los involucrados en conflictos, democratiza la solución y detiene la escalada de violencia”.
Fandiño participó como ponente, en la Jornada Académica organizada para celebrar el XVI Aniversario de la Dirección de Resolución Alterna de Conflictos, con la conferencia magistral: “La mediación para contribuir al fortalecimiento de la Paz Social”.
Para el coordinador de CEJA, la mediación tiene efectos positivos. Dos personas enfrentadas pasan de ser enemigos a interlocutores. “Restaura la comunicación, es ventaja sólo el hecho de que ambos (personas) se reconozcan”.
Otro elemento que destaca Fandiño, es la democratización del conflicto. La mediación da autonomía, da la palabra a las partes y ambas tienen participación en el proceso de solución al conflicto. “La mediación da la voz para que las partes decidan acerca de sus conflictos y por tanto sean corresponsables de las decisiones que se van a tomar”.
Pero además, detiene la escalada de violencia. “la mediación permite que la escalada de violencia se detenga”. Fandiño explica que el mediador debe trabajar en identificar el conflicto, la causa; y cómo transformarlo.
Su impacto económico
Pero además de restablecer la paz social, el uso de los métodos de resolución alterna de conflictos tiene un fuerte impacto en la economía, no sólo de las partes en disputa, sino también del Estado que tiene que invertir mayores recursos cuando las causas se judicializan.
Según datos de la Corte Suprema de Justicia ofrecidos por el magistrado vicepresidente, doctor Marvin Aguilar García, en un proceso penal se invierte cerca de 500 mil córdobas. “Si no se judicializa el conflicto, nos estamos ahorrando con cada mediación ese costo”, afirma la doctora María Amanda Castellón Tiffer, titular de la Dirección de Resolución Alterna de Conflictos, DIRAC.
Según estadísticas de la Dirección de Resolución Alterna de Conflictos, entre el mes de enero a marzo del presente año se mediaron un total de 4 mil 388 casos penales de los cuales 3mil 964 llegaron a Acuerdos. Una simple operación aritmética daría resultados millonarios de los ahorrado al realizar la mediación.
Un estudio realizado en Centroamérica por el Programa Interamericano de Facilitadores Judiciales de la OEA, revela que si la víctima prefiere resolver su conflicto por la vía de un juicio, gastaría 300 veces más de lo que gastaría si acude a un mediador o facilitador.
“Es más barata la mediación frente a un proceso judicial, se ahorra la persona, el Estado mismo, no interviene la fiscalía, la policía, defensoría pública, es decir, quienes tienen un conflicto ahorran economía y tiempo”, afirma la directora de la DIRAC, doctora Castellón Tiffer.
Pero para la directora de la DIRAC, no sólo se trata del costo económico, el costo emocional para la víctima es incalculable. “Hablamos del costo emocional porque se re-victimiza a las víctimas cuando van a un proceso judicial”, señaló.
Estadísticas
La Dirección de Resolución Alterna de Conflictos realizó desde el año 2000 a la fecha, 66 mil 774 mediaciones de ellas, 53 mil 544 llegaron a acuerdos satisfactorios, con una efectividad del 86 por ciento.
En materia penal la DIRAC realizó 51 mil 619 mediaciones y las partes concluyeron de forma positiva la mediación en 43 mil 876 casos. En materia civil fueron 7 mil 145 mediaciones y solo se llegó a acuerdos en 4 mil 287 y en materia de familia fueron 4 mil 806 casos y resueltos 3 mil 508.
De acuerdo a la estadística, en materia civil es donde menos mediaciones se realizan. El reto según la directora de la DIRAC, “está en fortalecer la mediación previa al proceso civil”.
Por: Salvadora R. Mendoza
Oficina de Divulgación -DIRAC
|